Al menos 235 personas murieron este viernes en un ataque perpetrado con armas y explosivos en una mezquita ubicada en la localidad de al Arish, en la región del Sinaí, en el norte de Egipto.
De acuerdo a los testimonios de varias personas que estaban en el lugar, el objetivo de los atacantes fue la mezquita de al Rawda, donde decenas de fieles estaban congregados por la oración de los viernes.
El presidente egipcio, Abdul Fattah al Sisi, anunció responder con «brutal fuerza» a los atacantes.
El gobierno decretó tres días de duelo nacional y sostiene reuniones de emergencia para determinar qué medidas tomar.
Se trata del peor ataque en la región en cuatro años y es la primera vez que militantes islamistas atacan a fieles dentro de una sala de oración, explica Sally Nabil, periodista de la BBC en El Cairo, quien recuerda que antes este tipo de atentados solían tener como objetivo a las fuerzas de seguridad.
Hasta ahora ningún grupo se ha adjudicado el ataque, pero desde hace varios años las autoridades egipcias combaten a la insurgencia islamista en la región, lucha que se ha intensificado desde 2013, luego de que los militares egipcios derrocaran al presidente islamista Mohammed Morsi en julio de ese año.
¿Qué sucedió?
Reportes señalan que hombres comenzaron a disparar después de activar varios explosivos a la salida de la mezquita.
Los testigos dijeron que los atacantes llegaron en vehículos todoterreno y bombardearon la sala de oración abarrotada antes de abrir fuego contra los feligreses cuando trataban de huir.
Según los reportes de medios, los agresores incendiaron vehículos estacionados en las inmediaciones para bloquear el acceso a la mezquita.
«También estaban disparando contra las ambulancias», dijo un residente local que tenía parientes allí a la agencia de noticias Reuters.
Fotos de la escena del asalto muestran a varios cuerpos tirados dentro de la mezquita sobre un suelo cubierto de sangre.
El jefe de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, condenó el ataque como un «crimen aterrador que nuevamente muestra que el Islam es inocente de los que siguen la ideología terrorista extremista».
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, tuiteó: «Horrorizada por el enfermizo ataque a una mezquita en Sinaí del Norte. Mis condolencias a todos los que están en Egipto afectados por este acto malvado y cobarde».
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, calificó el ataque de «horrible y cobarde» y señaló que «el mundo no puede tolerar al terrorismo».
Mientras que el canciller francés, Jean-Yves Le Drian, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas de ese «ataque despreciable».
BBC Mundo