Al menos 207 personas han muerto y 469 resultaron heridas en ocho explosiones registradas en hoteles de lujo e iglesias en Sri Lanka, cuando los fieles celebraban el Domingo de Resurrección, según informó la Policía y fuentes hospitalarias.
Entre los muertos se cuentan unos 35 extranjeros, entre ellos un portugués, un holandés y un estadounidense. Además trascendió que varios japoneses y británicos han resultado heridos.
Según la policía local, las primeras explosiones se registraron casi de forma consecutiva entre las 8:45 y las 9 de la mañana en las iglesias cristianas de San Sebastián, en la ciudad de Negombo, al norte de Colombo, y de San Antonio, ubicada en un suburbio de la capital.
Poco tiempo después, se producían ataques similares en cuatro templos y hoteles de lujo más. La explosión en otra iglesia evangélica en Batticaloa, en el este del país y a cientos de kilómetros de distancia, da una idea de la coordinación y la preparación que ha requerido esta serie de atentados.
Las explosiones sacudieron también tres de los hoteles de lujo más conocidos de Colombo: el Shangri-La, el Cinnamon Grand y el Kingbury.
La Policía informó horas después de las seis explosiones iniciales, que se produjo otra en un pequeño hotel cerca del zoológico de la capital que ha dejado al menos dos muertos; y una octava, obra de un kamikaze, en un lugar aún por determinar en Orugodawatta, un suburbio al norte de Colombo, en la que murieron tres policías.