Novak Djokovic, positivo por coronavirus. El número uno del mundo también se contagió en su gira del Adria Tour, tras Dimitrov, Coric y Troicki, según adelantó el medio serbio Kurir y confirmó el propio tenista.
Su mujer, Jelena, que le acompañó en Belgrado (la primera parada del evento) y en Zadar (la segunda), también está infectada. No así sus hijos, que dieron negativo en el test efectuado anoche a toda la familia.
Se trata del octavo caso que registra la exhibición que montó Nole en los Balcanes. A los cuatro jugadores se sumaron el fisio y la mujer de Djokovic, la esposa de Troicki (además, embarazada) y el entrenador de Dimitrov.
El serbio emitió un comunicado: «Nada más aterrizar de Zadar nos sometimos a controles de salud. Tanto Jelena como yo somos positivos en COVID-19, pero no nuestros hijos. Todo lo que hicimos en el último mes fue con el corazón puro y las más sinceras intenciones. El torneo pretendía convertirse en un símbolo para de unidad para la región de los Balcanes. Desafortunadamente el virus seguía ahí, debemos aprender a convivir con esta nueva situación. Siento el daño que causamos con los positivos. Me autoaislaré dos semanas y practicaré nuevos test en cinco días».
Después de criticar las «excesivas medidas de seguridad» que desea imponer el US Open para el regreso del tenis competitivo tras la pandemia, Djokovic ha convertido su gira en «un show del terror», como le culpó el doblista Bruno Soares. No se respetaron las normas de distanciamiento social, no se usaron mascarillas, se celebraron fiestas y pachangas de fútbol y baloncesto, hubo abrazos, besos y se jugó con público en las gradas.
De hecho, el resto de sus compañeros de profesión sopesa seriamente una moción para que deje de ejercer como presidente del Consejo. El regreso del circuito de la ATP, previsto para el 14 de agosto en el Open 500 de Washington, parece una fecha imposible para el líder del ranking si debe pasar 14 días de cuarentena en casa, sin poder prepararse en condiciones.
