Los manifestantes llegaron armados y con ánimos de agredirlos, pero ellos los recibieron de una manera conmovedora. La tensión bajó y las lágrimas y los abrazos se hicieron presente.
Esto ocurrió con los policías Asociación de Jefes de Policía de Miami-Dade. Se arrodillaron y bajaron su cabeza.
Pidieron perdón por la muerte del afroamericano George Floyd, en Mineápolis, a manos de otros uniformados.
Sus fotos pidiendo perdón y le han dado la vuelta al mundo.
También exigieron justicia por la muerte de Floyd.
El jefe de policía de Santa Cruz, California, Andrew Mills, se unió a los de Miami-Dade e hizo lo mismo en una esquina de una calle.