La politóloga Katherine Diartt reiteró su rechazo a la posición del gobierno español frente al referendo independentista de los ciudadanos catalanes.
Diartt calificó como “abominables” los ataques al pueblo de Cataluña, aunque reconoció que el gobierno separatista fue irresponsable al convocar estas votaciones de manera ilegal.
La politóloga recordó que las heridas y diferencias entre el pueblo español vienen del pasado y son muy difícil de recomponer.
Precisó que los resultados del referendo no son vinculantes y el proceso para lograrse una independencia de Cataluña es tan o más complicado que el Brexit.
La siguiente es la columna de la politóloga sobre lo ocurrido en Cataluña:
Lo ocurrido ayer en la Madre Patria es lamentable. Nada justifica las agresiones físicas al pueblo catalán. Rajoy continúa equivocándose, tanto, que pareciera que no se enteró de lo sucedido. Tal vez las aglomeraciones de ciudadanos en Madrid protestando por sus aún compatriotas, lo hagan reaccionar. España hoy amanece rota y quebrada, con esa estela de desunión que los rondó en la época franquista. Éstas heridas, como las del pasado, no serán fáciles de recomponer.
¿Fue la Generalitat irresponsable? sí, absolutamente. Sin embargo, ni siquiera la testarudez de los líderes independentistas se constituye en justificación alguna para los actos violentos de los que fuimos testigos. El referéndum ha sido a todas luces ilegal, convocado fuera del orden constitucional, con pocas garantías electorales; pero no por lo anterior podemos negar que su resultado ha mandado un mensaje claro. Aunque todo indique que éste no ha llegado a La Moncloa.
Esa España que en el 78 con una nueva Constitución recogía los anhelos de todos los estamentos de su sociedad y le daba ejemplo al mundo de cómo una democracia sí podía recuperarse y recomponerse, tendrá que sacar lo mejor de sí y de sus gentes si pretende pasar la página del 1-O. Pues el barullo secesionista que presenciamos ayer, sólo se aprovechará de lo ocurrido y cobrará aún mas fuerzas.
No bastarían extensas clases de historia para explicar éste conflicto ancestral, ya que desde la época de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, se vislumbraba. Estamos frente a una discusión que tiene un carácter, territorial, político, económico, cultural…. en fin, de identidades; un debate que hay que abordar con pinzas de delicadeza para no herir susceptibilidades. A la comunidad internacional, sólo le resta esperar a que Rajoy entre en razón -y considere seriamente dimitir del cargo-. Falló en su forma de enfrentar el proceso, pero sobretodo, se equivocó subestimando las demandas de un pueblo que merecía ser escuchado.