Tras tres días de negociaciones por separado con Estados Unidos en Arabia Saudí, Rusia y Ucrania se comprometieron este martes a suspender los ataques contra infraestructuras energéticas y a garantizar la libre navegación en el mar Negro. Sin embargo, la implementación de estas treguas aún depende del cumplimiento de varias condiciones impuestas por ambas partes.
A pesar de los avances, la ronda de negociaciones concluyó sin una declaración conjunta firmada y sin definir la fecha, hora o términos específicos para la entrada en vigor de los acuerdos. En los próximos días, las tres partes seguirán trabajando en los detalles.
El principal obstáculo para el cese de las hostilidades en el mar Negro es la exigencia de Moscú de que, antes de cualquier tregua, se levanten las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a su sector agrícola. Además, Rusia reclama el levantamiento de restricciones a las operaciones financieras relacionadas con el comercio, a las empresas productoras y comercializadoras de alimentos y fertilizantes, así como a las aseguradoras que operan en este sector.
