Mientras el Gobierno Nacional delibera acerca de las excarcelaciones transitorias para evitar la expansión del COVID-19, en carta a las autoridades administrativas, judiciales y de control, el abogado Felipe Rincón insistió en que se ha revivido la pena de muerte en Colombia, por el riesgo a que está sometida la población carcelaria.
En uno de sus apartes indica que el Coronavirus no sólo conllevará a que este se extienda en los centros carcelarios, donde bajo la más indescriptible condición, conviven miles de seres humanos, sino que se extenderá hacia el exterior, pues son focos agresivos de contagio al no existir las mínimas condiciones de salubridad.
Indica que a lo anterior se suma el hacinamiento, con una población carcelaria de 119.769 privados de la libertad, que generaba para junio de 2019, un 53,58% de hacinamiento y hoy se estima en un 300% según el Inpec.
“Existen mecanismos como la detención domiciliaria, la libertad condicional y la libertad por vencimiento de términos, que de ser aplicados, sin duda aliviarían una bomba de tiempo social de bastas proporciones”, concluye el abogado Felipe Rincón.