EMISORA ATLÁNTICO conoció el paso a paso de cómo las autoridades frustraron el hecho de “connotación”, como lo llamó el general Edwin Urrego, que un grupo de sicarios de la banda criminal ‘Los Pachencas’ pretendían cometer en el norte de Barranquilla.
Lo primero que hay que mencionar es que estos sujetos fueron capturados el pasado lunes festivo 30 de junio a las 2:00 de la tarde, en un conjunto residencial de 3 pisos, ubicado en la carrera 42H con calle 87, barrio La Cumbre, donde llevaban hospedados 10 días aproximadamente.
Pero el plan criminal colapsó como un castillo de naipes días antes, cuando tres hombres implicados en el hecho fueron detenidos saliendo del centro comercial Único, donde estuvieron haciendo algunas “diligencias”.
Los sujetos se movilizaban en actitud sospechosa a bordo de un Kia Picanto, por lo cual fueron requeridos por una patrulla del cuadrante. Los uniformados, en aras de realizar una verificación de antecedentes, trasladaron a los hombres hasta las instalaciones de la Sijín, ubicada a pocos metros del centro comercial.
Allí pudieron individualizarlos, establecer sus procedencias y revisar sus teléfonos celulares.
Precisamente en sus dispositivos móviles estaba la respuesta de su actitud misteriosa, pues quedó en evidencia que ellos eran tan solo un eslabón de una peligrosa cadena criminal, que en días anteriores había hecho presencia en Barranquilla –procedentes de los departamentos del Cesar, La Guajira y Cundinamarca– y cuyo centro de operaciones era el mencionado conjunto residencial del norte de la ciudad.
Con información precisa del entramado criminal que se urdía en el inmueble de 3 pisos del barrio La Cumbre, los investigadores solicitaron por medio de la Fiscalía 11 seccional de la Unidad de Vida dos órdenes de allanamiento y registro al lugar.
Dos, y no una, porque los criminales estaban distribuidos en dos apartamentos: el 103 y el 302. En el primero en mención fueron encontrados tres de los sujetos, David Ramírez, Óscar Vaquiro y Pedro Ochoa, quienes portaban un arma de fuego y tenían en su poder las llaves de dos de los tres vehículos que habían sido hurtados los días 13 y 16 de junio, en los barrios Villa Carolina y Villa Country, mediante la modalidad de halado.
En la segunda diligencia llevada a cabo en el apartamento 302, fue encontrado Julio Orlando Hugueth, quien, según los investigadores, era el cerebro en Barranquilla de la operación delictiva.
A este le hallaron en una maleta, tal como se aprecia en uno de los videos (en este video), un fusil marca Colt calibre .50, un fusil calibre 5.56, un fusil tipo AR-15, tres pistolas y abundante munición.
Sin embargo, lo que hasta ahora permanecía oculto es que a este sujeto también le encontraron una libreta con registros de viáticos, comida, gasolina, entre otros gastos, que, según los apuntes, superaban los 70 millones de pesos.
EMISORA ATLÁNTICO conoció en exclusiva que los sujetos hicieron inteligencia durante varios días a su objetivo criminal y para ello se disfrazaron de habitantes de calle, con el fin de determinar horas de ingreso y salida, y las rutas que este tomaba habitualmente.
Para los criminales era un hecho fehaciente que el blanco de su ataque se movilizaba en un vehículo blindado, por lo cual era necesario utilizar un fusil de asalto con largo alcance, como los que tenían consigo, diseñado para que el proyectil penetrara los vidrios blindados de la camioneta.
Otro dato revelador conocido en exclusiva por EMISORA ATLÁNTICO, da cuenta de que este grupo criminal, además de hacerle seguimiento a una persona, le hizo inteligencia varios días a la empresa de vigilancia física, seguridad electrónica y transporte y custodia de valores ATLAS, que está ubicada en la carrera 46 con calle 79, barrio Porvenir, en el norte de Barranquilla, pero se desconoce qué pretendían hacer con esta compañía.
La empresa criminal al servicio de ‘Los Pachenca’ tenía planeado ejecutar el acto delictivo durante la semana comprendida entre el lunes festivo 23 y el domingo 29 de junio, pero por razones, al parecer, logísticas, terminaron aplazándolo para la semana comprendida entre el lunes festivo 30 de junio y el domingo 6 de julio. Todo esto era informado en tiempo real a través de un grupo de WhatsApp que tenían para la planeación del hecho.
Sin embargo, la vuelta se les cayó el mismo 30. El plan fue echado al traste por milimétricas fallas y las autoridades evitaron una acción criminal de gran escala que, tal como se planeaba, se habría constituido en uno de los casos de mayor connotación perpetrados durante el 2025.
En las últimas horas, los detenidos fueron presentados ante un juez de control de garantías, quien dictó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario contra Julio Huguet y David Ramírez, y dejó en libertad por falta de evidencias a Óscar Vaquiro y Pedro Ochoa. La investigación continúa.