El presidente de la ONG Asotranscol, Francisco Pupo, confirmó que la empresa Lolaya decidió no trabajar para brindar seguridad a los conductores de bus, ante las amenazas que vienen recibiendo.
Precisó que las extorsiones son cada más exigentes y que los delincuentes están llamando y amenazando a los gerentes y tesoreros de las transportadoras.
Pupo manifestó que los buses están siendo vandalizados y baleados poniendo en peligro la vida de conductores y pasajeros.