La Policía del Atlántico puso al descubierto una nueva modalidad para tratar de despistar a las autoridades en el tráfico de estupefacientes, que consiste en enterrar la droga.
Mediante labores de patrullaje y gracias a la información entregada por la red de cooperantes, fueron detectados tres kilos de marihuana enterrados en zona rural del municipio de Baranoa.
Las primeras investigaciones permitieron establecer que la droga era transportada por las trochas aledañas al municipio y luego enterrada para evadir los controles policiales y a los caninos entrenados, en la entrada y salida del peaje.
Se pudo establecer que los delincuentes realizaban esta maniobra de ocultamiento y extracción de la marihuana los fines de semana, ingresándola por partes a los diferentes sectores aledaños al municipio y de esta manera poder ser distribuida y comercializada por bandas delincuenciales dedicadas al microtráfico.
En el operativo no hubo capturas y los tres paquetes fueron puestos a disposición de la autoridad competente para iniciar las investigaciones y dar con los responsables de esta sustancia.
