Una mujer de la tercera edad identificada como Marina Guette Torres, de 77 años, fue la nueva víctima de los delincuentes que cometen hurtos mediante el suministro escopolamina.
Ella salió de su casa, en el barrio El Santuario, con un millón 400 mil pesos, para a pagar el impuesto predial y, de paso, a reclamar su subsidio en el Banco Popular del Centro, como lo hace todos los meses.
Sus familiares indicaron que a Marina no permitía que le hicieran compañía.
Horas más tarde, la mujer fue encontrada en una refresquería, ubicada en la carrera 51B con calle 94, al norte de la ciudad, desubicada en una de las mesas.
El propietario le encontró una agenda con teléfonos celulares, en la que halló el número telefónico de sus familiares y les avisó acerca de la novedad.
Al parecer la mujer fue abordada por una persona que se ganó su confianza y posteriormente le suministró escopolamina para hurtarle el dinero.