Graves hechos de orden público se registraron en la noche de este jueves, cuando el Junior de Barranquilla perdió la final de la Copa Águila ante Nacional, en el cierre de un semestre para el olvido.
Indignados por los malos resultados del equipo, que además fue eliminado de manera anticipada de la Liga y no logró avanzar de los Cuartos de Final de la Sudamericana, hinchas protagonizaron lamentables desmanes y actos vandálicos dentro y fuera del estadio.
Sobre el final del partido, el árbitro suspendió por varios minutos las acciones, ante los hechos que se presentaban en la tribuna, donde aficionados pretendían ingresar al terreno de juego y otros lanzaban objetos al campo.
Al finalizar el partido, policías e hinchas se enfrentaron y fue necesaria la presencia del Esmad, que utilizando gases intentó controlar la situación, sin embargo una aficionada sufrió un desmayo por efecto de los mismos y fue llevada a la enfermería del escenario deportivo.
También se conoció de 6 policías (2 patrulleros y 4 auxiliares) que resultaron con heridas leves, al enfrentarse con los hinchas. Varios desadaptados fueron conducidos a la UPJ.
En la salida del Metropolitano, igualmente se registraron actos de vandalismo. Ocho vehículos del sistema de transporte masivo, Transmetro, fueron apedreados en los alrededores del estadio, informó la empresa.
En los hechos, un conductor resultó herido en la cabeza por el ataque de vándalos.
Según reportó el Transmetro, el servicio fue suspendido hacia las 9 de la noche y 12 mil usuarios se vieron afectados por la medida.