El Grupo de Policía Ambiental y Ecológica, en coordinación con el Invima, desmanteló una fábrica clandestina de vinagre blanco de cocina que funcionaba en el barrio La Pradera.
De acuerdo a las autoridades, esta vivienda no contaba con registro sanitario para la fabricación del producto, además se pudo evidenciar inadecuadas prácticas de manipulación de alimentos, el cual era elaborado de manera artesanal en el patio de la vivienda.
Se procedió a la incautación de 360 botellas, 9 pimpinas y 10.000 etiquetas adhesivas.
El Invima anunció la destrucción del producto, con el fin de que no sea comercializado en tiendas de la ciudad y municipios de la Costa Atlántica.