Los comerciantes de Soledad revelaron que hasta los vendedores de tinto y arepa pagan extorsión para poder trabajar.
“275 negocios fueron cerrados por extorsión. Tenemos que pagarle a un guardia para que esté en la entrada o al frente de nuestros establecimientos para sentir seguridad”, expresó un comerciante.
Señaló que el comercio en Soledad se siente desprotegido e invitó a la marcha del próximo jueves en rechazo al asesinato de Marcos Díaz Plata, propietario de un granero en el barrio Santa Inés.