En un operativo adelantado en la terminal de carga del Ernesto Cortissoz, fueron incautados 20 kilos de marihuana, que habían llegado a Barranquilla mediante encomienda y estaban camuflados en el interior de un extintor satélite, cargado con polvo para extinguir el fuego.
Los uniformados de Antinarcóticos perfilaron este envío como sospechoso.
Gracias al olfato de un canino que detectó el olor de la droga, los policiales encontraron algunas irregularidades en el extintor y decidieron abrirlo, hallando en su interior 41 paquetes que contenían los 20 kilos de marihuana.