La delincuencia cada día emplea diferentes artimañas para la fabricación de licor adulterado.
Es por ello que el laboratorio Regional de Criminalística de la Policía cuenta con la más alta tecnología para detectar y combatir este flagelo.
La capital Natalia Moná, jefe del grupo Regional de policía científica y criminalística, indicó que se cuenta con los equipos especiales para detectar sellos y estampillas falsos, al igual que determinar la presentación física de las botellas que en muchas ocasiones se altera de manera rudimentaria.
Señaló además que el licor que más se adultera son el ron y el aguardiente, además del whisky como el Old Parr y Buchanas.
Advirtió que en las etiquetas y cajas no debe haber indicios de silicona o pegamento.
Los capuchones y termoencogibles no deben estar sueltos ni rasgados, y el sistema de impresión de etiquetas, estampillas y capuchones, deben poseer características como buena definición, nitidez y colores homogéneos, es decir, que se puedan ver y leer bien.
Sin estas características importantes, estaremos frente un licor adulterado señaló la capitan Moná.