El inusual caso se presentó el pasado martes, luego de que una funeraria del municipio de Sabanalarga recibiera una llamada con el fin de prestar un servicio fúnebre en el municipio de Arroyohondo, en el departamento de Bolívar, supuestamente para trasladar un cuerpo al municipio de Luruaco, en Atlántico.
Tras llegar al municipio de Arroyohondo, los funcionarios de la funeraria recibieron una llamada donde eran advertidos que no se podían mover del lugar hasta tanto el propietario de la funeraria no pagara una gruesa cantidad de dinero o de lo contrario serían asesinados.
Los funcionarios aseguran que eran vigilados por una cámara de seguridad que se encontraba en el lugar donde se encontraban retenidos desde las 2:00 de la tarde.
Pasaron 5 horas de angustia y solo hasta las 7:00 de la noche, una patrulla de la Policía que por casualidad pasaba por el lugar los pudo sacar sanos y salvos de la población.
El caso ya está siendo investigado por el Gaula de la Policía del Atlántico.