Una historia macondiana, de esas que parecen sacadas de una novela de García Márquez se registró este martes, cuando un hombre fue declarado muerto por un médico, pero horas después presentó señales de vida.
El peculiar caso ocurrió a las 8:30 de la mañana, cuando Candelario Gutiérrez Hernández, de 80 años, fue declarado muerto en una clínica de Barranquilla y a sus familiares les entregaron la respectiva acta de defunción.
El adulto mayor fue trasladado hasta Ponedera, municipio donde residía, pero al momento de ser revisado por el tanatólogo Edgardo Ariza, este advirtió que Candelario tenía las pupilas dilatadas, no presentaba rigor mortis, ni estaba frío y además movía sus dedos.
Así lo contó a Emisora Atlántico el profesor Régulo Yepes, vecino y amigo de la familia de Candelario. Precisó que los signos fueron verificados por un médico, quien solicitó la presencia de una ambulancia con soporte de oxígeno, para ser trasladado al hospital de Ponedera.