El arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Emiro Salas, en la celebración de las fiestas de Pentecostés, se pronunció nuevamente en torno a las obras que adelanta la Agencia Nacional de Infraestructura y la Concesión Costera con los trabajos de construcción de la Circunvalar de la Prosperidad que amenaza con derribar la iglesia San Francisco Javier en Villa Campestre.
“Ante las permanentes acciones de hecho por parte de la ANI y la Concesión Costera, me veo en la necesidad de poner en conocimiento de todos los fieles y ciudadanos, lo que viene ocurriendo con la parroquia San Francisco Javier, que se encuentra a punto de ser derribada por las maquinarias que ya se encuentran socavando los cimientos de la iglesia”, advirtió el arzobispo.
“La sensación que siento al lado de mis sacerdotes y fieles de Villa Campestre, es de absoluta impotencia y rechazo, aquí no estamos hablando de cualquier casa, estamos hablando de la casa de Dios. Desde el día en que, de manera ilegal, irresponsable en contubernio con las autoridades de la época y solo por favorecer intereses particulares de las constructoras, se cambio el trazado de la circunvalar declararon al templo la pena de muerte”, señaló Monseñor.
Manifestó Monseñor que, durante todo el tiempo de conversaciones entre la iglesia, la ANI y Concesión Costera, hasta la fecha solamente se han burlado de la iglesia y la comunidad.
“Pedimos a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, a la Procuraduría y demás entes de control que se pronuncien ante los presentes atropellos que violan todos nuestros derechos como iglesia y los derechos de las comunidades que hacen parte de la parroquia”, anotó.