Luego de realizar una sorpresiva visita al Hospital Cari Mental ante las quejas de familiares de pacientes, el diputado Adalberto Llinás denunció el deprimente estado en el que se encuentra esta entidad hospitalaria.
El dirigente político señaló que esta entidad está a punto de cerrar si no se actúa a tiempo, por lo que lanzó una voz de alerta a la Gobernación del Atlántico para que se tomen medidas urgentes.
Denunció Llinás que en su recorrido observó que los talleres de rehabilitación presentan un deprimente estado de abandono, de igual manera hay problemas en la infraestructura física y las canchas donde los pacientes realizan terapias están llenas de monte.
También hay quejas con relación al área de alimentos, manifestó el dirigente político, quien expresó preocupación por la situación que pudiera presentar el grupo de trabajadores ante la inestabilidad financiera que se registra.
Lo más delicado para el denunciante es que se han ido retirando algunos servicios profesionales a los pacientes.
Estamos observando el cierre gota a gota de un hospital que antes tenía cerca de 80 pacientes, hoy solo hay 12 personas a las que se les brinda la atención profesional.
