Una disminución de un 30 o 40 por ciento, se registra en las ventas de artículos religiosos para los comerciantes en el Centro de Barranquilla, aseguró Sahiro Sarmiento, propietario de uno de estos puestos.
Explicó que en comparación a los años anteriores, el comercio de estos productos ha sido lento y considera que esto se debe a que se han ido perdiendo las tradiciones, además de que los carnavales y múltiples eventos de la ciudad golpean la economía de muchos.
Destacó que desde este Domingo de Ramos, empezaron a moverse de manera paulatina las ventas porque se acercan clientes a estos negocios pasadas las 10 de la mañana.
Sarmiento indicó que el público para esta venta oscila en jóvenes de 15 a 25 años que compran rosarios, estampitas o suvenires y adultos de 35 en adelante que buscan estatuas y placas con mensajes religiosos.