Verdaderos momentos de pánico se vivieron durante el ataque de un reducido grupo de encapuchados a la rectoría de la Universidad del Atlántico, quienes lanzaron bombas incendiarias durante una nueva jornada de protesta en este centro de educación superior.
Algunos de los manifestantes además de cubrir sus rostros con capuchas, vestían uniformes de empresas de vigilancia privada, mientras otros estudiantes observaban el acto violento y varios de ellos grababan con sus celulares los violentos hechos.
Este ataque generó un fuerte rechazo de la comunidad universitaria. Melisa Figueroa una de las estudiantes que estaba en el momento de la protesta expresó que dentro de las oficinas había una mujer embaraza y se puso en riesgo la integridad de los empleados de la Universidad.
Por su parte, en un comunicado de prensa las directivas de la Universidad señalaron que pondrán en manos de las autoridades los hechos ocurridos, junto con los videos e imágenes que sirvan de material probatorio, para que sean ellas quienes esclarezcan los actos vandálicos, identifiquen y judicialicen a los responsables.
