Tras la muerte por coronavirus este fin de semana de una fisioterapeuta, su familia denuncia que en la clínica donde laboraba no la protegieron a pesar de que estaba en embarazo.
La fisioterapeuta Catalina Londoño, quien estaba con 22 semanas de gestación, laboraba en la Clínica de la Costa desde hace seis años.
Su padre, Fernando Londoño, pensionado de la Policía, rechaza que a pesar de que las directivas del centro asistencial conocían el estado de embarazo de la mujer de 29 años, ella debía cumplir con jornadas de trabajo de 24 horas diarias.
“Ella salía a las 7 de la mañana y regresaba a las 7 de la mañana del día siguiente. Las directivas de la clínica no tomaron las medidas pertinentes que el Ministerio de Salud nacional evidenció sobre las personas con alto riesgo, que deberían ser reubicados. No era reubicarla dentro de la misma clínica, era enviarla a la casa como han hecho muchas empresas nacionales e internacionales”, advirtió el progenitor.
Catalina Londoño, quien fue sepultada en el cementerio Jardines del Sur, fue hospitalizada el 22 de junio y murió el sábado 11 de julio, dejó a una hija de dos años de edad y era graduada de la Universidad Simón Bolívar.
“No tuvieron ni la gentileza ni la humanidad de mandarla a trabajar a la casa al ver que estaba embarazada. Lo permitieron sabiendo que ella tenía este riesgo”, dijo.
