Para poder hacer los pagos de bienes y servicios por el orden superior de los 630 millones de pesos que se ejecutaron sin contratación previa, la gerente del Hospital CARI de Alta Complejidad, Rocío Gamarra tenía que declarar la figura de urgencia manifiesta, afirmó el Contralor del Atlántico, Carlos Rodríguez.
El jefe del ente de control en el departamento consideró que si se tenía la premura de realizar los pagos ante la difícil situación que se vive en esa entidad hospitalaria, que estaba a punto de cerrar algunas unidades, se tenía primero que recurrir a esta figura de urgencia que está contemplada en los manuales de contratación para garantizar el manejo transparente de los dineros.
El funcionario anotó que se programó una serie de visitas a todas las instituciones de salud que son objeto de vigilancia de la Contraloría Departamental.