El arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Emiro Salas, dijo que la iglesia católica aboga por una salida negociada, tras la protesta social en el país que ha dejado personas muertas, heridas y actos vandálicos contra el sector comercial.
“En ningún caso aceptamos la violencia, el vandalismo, ni desapariciones de personas”, manifestó el religioso.
El arzobispo advirtió que estos hechos no se acaban con represión e insistió que se debe buscar una negociación dentro de “un ambiente de paz y reconciliación”.