Paola Royet, gerente del Hospital de Candelaria, reconoció que hubo una falla al no enviar con el conductor de la ambulancia a un paramédico para atender a un paciente al corregimiento de Carreto.
Aseguró que su centro asistencial es de nivel uno y prestó una excelente atención a esta persona, siendo remitida debido a grave estado de salud a un hospital de segundo nivel en Sabanalarga donde falleció.
La funcionaria dijo que ella llegó a la Gerencia del Hospital el 20 de abril del año anterior y que nunca le entregaron el parque automotor de la entidad.
“Después nos enteramos de la existencia de tres ambulancias abandonadas en talleres cuyo arreglo es millonario”, señaló Paola Royet, gerente del Hospital de Candelaria.
