Un verdadero drama es el que desde hace varios meses viven pescadores de los corregimientos de La Peña y Aguada de Pablo.
Ellos aseguran que la escasez de peses en el embalse del Guájaro, ha llegado a tal punto que ya no encuentran la forma de cómo seguir alimentando a sus familias.
Insisten además que las llamadas camaroneras o criaderos, han ido acabando poco a poco con la pesca artesanal, dicen además que serían estos mismos criaderos los responsables de la contaminación del embalse del Guájaro, razón por la cual la «Aunap» no estaría permitiendo la siembra de alevinos.
Piden de manera urgente la intervención del gobierno departamental y nacional frente a los problemas económicos que hoy viven más de 200 de estas familias dedicadas a la pesca en esas dos pequeñas poblaciones del Atlántico.