Cuatro pacientes que fueron remitidos hasta Barranquilla, bajo el argumento que aquí contarían con los equipos técnicos y humanos especializados para ser atendidos, realmente se encuentran abandonados a su suerte.
El primer caso es el de Jaime Culman Timothe, de 75, remitido por Comparta EPS desde el municipio de Espinal, departamento de Tolima, desde el pasado 9 de febrero.
Requiere de una urgente cirugía tras registrar un derrame plural en el pulmón. Su remisión se hizo cruzando gran parte del país,con el argumento que en la capital del Atlántico había la especialidad que se requería.
Fue hospitalizado en la Clínica Vida IPS ubicada en la avenida Circunvalar y su intervención la han ido aplazando con el pretexto que tenía las plaquetas bajas. Durante la temporada de Carnaval los médicos de la Clínica le manifestaron a sus familiares que no había existencias.
Sin embargo, para sorpresa de ellos, le notificaron que el próximo sábado no se le realizaría la intervención propiamente dicha sino una biopsia, con lo cual debería esperar otros 20 días para conocer su resultado y determinar si le hacen o no la respectiva operación.
Su hija de crianza, Olga Vargas, cuestionó a EPS por el hecho de que el paciente no fuese trasladado a Bogotá, ciudad más cercana a su lugar de residencia. “Nos dijeron que acá había una atención de alto nivel, pero nada”, recalcó en diálogo con Zona Cero.
El segundo caso es el de una mujer de 85 años de edad, proveniente de Agustín Codazzi (Cesar).
Fue remitida a la Clínica Vida IPS por registrar una masa en el estómago. Sin embargo, su hijo, José Franco Santana, cuestionó la atención en dicha clínica.
“No reúne las condiciones, habitaciones sin aires acondicionados y en otras hasta tres pacientes compartiendo un abanico”, cuestionó.
En el caso de su mamá denunció que requiriendo una UCI intermedia fue dispuesta en un lugar no apropiado.
“Esa clínica es mata gente, no es vida, los alimentos son de mala calidad, el desayuno lo llevan a las 9:30 de la mañana, el almuerzo a las 3:30 de la tarde”, recalcó para indicar que por estas circunstancias adversas decidió trasladarla hasta Bucaramanga.
El tercer caso es Harold José Tovar Herrera, de 21 años, remitido por la EPS Barrios Unidos, desde Coveñas (Sucre), desde hace 1 mes y 6 días, tras recibir un impacto de bala.
Su mamá, Nedith Herrera, relató que Harold José perdió un ojo y en la Clínica Vida IPS adquirió una bacteria.
“No puede abrir la boca y por eso no lo pueden intubar. Se requieren equipos especiales que la EPS no autoriza”, manifestó.
El cuarto caso es el de Elibardo Ortega, de 27 años, remitido por Comparta EPS desde Ocaña, Norte de Santander.
El paciente requiere de un tratamiento hepatológico que le fue realizado, sin embargo la EPS no autoriza su regreso en ambulancia al lugar de origen.
Su mamá se encuentra angustiada y sin recursos económicos, por lo cual requirió la intervención de las autoridades.
Fue así como solicitaron la presencia de la Personería de Barranquilla, a través del Coordinador de Salud, Wilson Llanos, quien se encuentra al frente de los 4 casos.