El objetivo de la actividad fue compartir con los niños y niñas en su mes, parte de los productos que realizan los aprendices de los cursos tecnólogos en explotación agropecuaria, procesamiento de alimentos y técnico en panificación.
Asimismo acatando los protocolos y lineamientos establecidos por la contingencia frente al COVID-19, para la producción y entrega de alimentos, aprendices e instructores del Centro para el Desarrollo Agroecológico y Agroindustrial, CEDAGRO del SENA Atlántico, elaboraron helados y galletas para 400 niños de las veredas: Mirador, La Piedra, Paloseco, Bajo y Alto Pajonal ubicadas en el municipio de Sabanalarga.
Utilizando la leche y productos agrícolas procesados en la finca “El Caney”, donde los aprendices del tecnólogo en explotaciones agropecuarias realizan prácticas y acompañados de instructores de producción primaria, obtuvieron la leche que luego fue trasladada a la sede urbana del Centro donde se procesa en derivados lácteos por los aprendices del curso Tecnólogo en procesamiento de alimentos para la preparación de los helados.
Para la Directora Regional del SENA, Jacqueline Rojas, ”Esta es una actividad a través de la cual impactamos el fortalecimiento de las habilidades productivas de nuestros aprendices que llevan a la práctica los saberes que apropian, además articulamos varios cursos de formación de la Regional como los programas técnicos y tecnólogos de CEDAGRO con los procesos de investigación de SENNOVA en productos alimenticios que se trabajaron con el corazón para alegrar los niños de Sabanalarga”.
Cabe anotar, que este proceso se trabajó de manera articulada con los proyectos de investigación e innovación SENNOVA para obtener productos nutritivos y saludables que, para el caso de los helados, se ejecutó con formulaciones propias, ingredientes que dan sabor y color natural de las frutas que se cultivan en el departamento como níspero, mango, melón, entre otras.
Para la elaboración de las galletas se utilizaron harinas panificables obtenidas a partir de productos propios como ñame, plátano, yuca, batata, entre otros, con el apoyo de los aprendices del curso técnico en panificación.
A esta estrategia se sumó la Oficina de Gestión Social del municipio liderada por la primera dama de Sabanalarga, Alexandra Arévalo Charris, quien realizó la zonificación de los niños y niñas beneficiados y acompañó en la entrega, para llevar una sonrisa a aquellos que todavía no participan en otros programas de ayudas humanitarias.