La Superintendencia de Sociedades, tras resolver los recursos de reposición y de apelación interpuestos, confirmó la decisión de someter al máximo grado de supervisión, denominado “control”, a la sociedad Monómeros Colombo Venezolanos S.A.
La decisión se adoptó con fin preventivo, a efectos de preservar la empresa como unidad productiva y fuente generadora de empleo, ante la situación financiera que presenta oportunidades de mejora en cuanto a sus fuentes de financiación, disminución de ingresos, flujo de caja, entre otros.
El ente supervisor aclaró que «el máximo grado de supervisión, denominado “control”, no es una toma de posesión ni habilita a la Superintendencia de Sociedades para co-administrar la Sociedad, quien conserva su autonomía con las limitaciones y para los fines indicados en la Constitución y la ley, con plena garantía de sus derechos».
La máxima supervisión de carácter societario, según se detalló, faculta a la Superintendencia de Sociedades para, por ejemplo, promover la presentación de planes y programas de mejoramiento; autorizar otorgamiento de garantías que recaigan sobre los bienes de la sociedad y operaciones fuera del giro ordinario de los negocios; reformas estatutarias, capitalizaciones, como también convocar a la sociedad a un proceso de insolvencia, según el caso.
Al respecto, el Superintendente de Sociedades, Billy Escobar Pérez manifestó que “producto del seguimiento a la situación de la sociedad, que viene de tiempo atrás, por su relevancia para el sector del agro colombiano, se advirtió que presentan oportunidades de mejora en su situación financiera y requieren en esa medida de un mayor acompañamiento, una supervisión más cercana y profunda, tendiente a su preservación y fortalecimiento como unidad productiva y fuente generadora de empleo.
Monómeros representa casi 15% de los fertilizantes que se importan hacia Colombia.
«De manera que, tras confirmarse la decisión de sometimiento al máximo grado de supervisión denominado “control”, el paso a seguir es que la Sociedad elabore y trabaje en planes y programas de mejoramiento, que serán objeto de monitoreo por la Superintendencia de Sociedades, así como también, el análisis de su situación y evolución para adoptar las medidas que sean del caso”, puntualizó.