El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, alertó sobre un hacinamiento del 28 por ciento en el pabellón de alta seguridad en la cárcel de Cómbita, Boyacá, y el del 31 por ciento en el de mediana seguridad, penal en el que además detectó deficiencias en la alimentación y la atención en salud para los internos.
En el primero de los pabellones la capacidad es de 1500 privados de la libertad y en la actualidad hay 1925, mientras que en el de mediana seguridad, hay 1888 internos cuando la capacidad es para 1439 cupos.
Según Camargo, es necesario realizar brigadas en optometría, oftalmología, medicina interna, ortopedia, dermatología, cirugía general, radiografías, ecografías y electrocardiogramas.
A la fecha, las jornadas que se han autorizado solo alcanzan a atender el 50% de la población que requiere sus servicios.
“Evidenciamos dificultades con la entrega de medicamentos, situación crítica que se presenta por la falta de dispensación de la empresa prestadora del servicio”, declaró.
Para el Defensor del Pueblo, es urgente garantizar el derecho a la salud de la población interna, por lo que consideró que las entidades competentes están obligadas a garantizar la vida e integridad de quienes cumplen condenas.
En ese sentido, informó que no están siendo garantizadas las condiciones mínimas de calidad, nutrición, cantidad y oportunidad que permitan una subsistencia digna para los privados de la libertad.
