Al menos dos personas murieron y una más resultó herida este lunes en un atentado con carro bomba contra una estación de Policía en Suárez, municipio del convulso departamento del Cauca, confirmaron fuentes oficiales.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, señaló que el ataque fue perpetrado por el Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, “mediante un vehículo cargado con explosivos, lanzamiento de cilindros y ráfagas de fusil”, lo que dejó como saldo dos civiles muertos y un uniformado herido.
“Este hecho demuestra el desespero cobarde de la estructura criminal ante la pérdida de control territorial y el debilitamiento de sus finanzas ilegales derivadas del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, como resultado de la presión sostenida de nuestras Fuerzas Militares y de Policía”, manifestó el ministro.
Las autoridades anunciaron una recompensa de hasta 200 millones de pesos (unos 52.000 dólares) por información que permita anticipar y evitar nuevos atentados.
“Mi solidaridad con las familias de las víctimas de este atroz atentado. Lamentamos la pérdida de vidas inocentes y el dolor que hoy las acompaña. El Estado actuará con toda su capacidad para garantizar verdad, justicia y protección”, añadió Sánchez.
Por su parte, el gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, rechazó el ataque y advirtió que la violencia no puede seguir arrebatándole la tranquilidad a comunidades como las de Suárez, municipio natal de la vicepresidenta Francia Márquez.
“La violencia no puede ser el lenguaje de quienes buscan el poder desde el miedo. Se necesita fortalecer la presencia integral del Estado con más garantías de seguridad. El Cauca merece vivir en paz, con esperanza y sin miedo”, afirmó.
El Cauca sigue siendo uno de los departamentos más golpeados por el conflicto armado, donde operan disidencias de las FARC, el ELN y bandas de narcotráfico que controlan los cultivos ilícitos y las rutas del tráfico internacional de drogas.
En los últimos meses, varios ataques con explosivos contra puestos policiales y militares han dejado un saldo de policías, soldados y civiles muertos, evidenciando la compleja situación de seguridad en la región


