Fuera de peligro se encuentra el niño de tres años de edad que después de que lo operaran de las amígdalas le dejaron una gasa en la garganta. El caso se registró en la ciudad de Santa Marta.
Rocío Castillo, madre del menor, narró que después de la operación se dio cuenta que su hijo continuaba con los problemas para respirar y que presentaba mal olor en la garganta.
«Regresamos donde los médicos y el niño comenzó a toser fuertemente expulsando la gasa que estaba podrida», comentó la señora Castillo.