Desde Soledad, Atlántico, el presidente Gustavo Petro respondió con dureza a los señalamientos del excanciller Álvaro Leyva Durán, quien lo acusó recientemente de tener problemas de drogadicción.
«No entendió nada de la vida, no sabe ni qué son las palabras drogadicto y revolucionario», dijo el mandatario, al tiempo que calificó a Leyva como “un oligarca expulsado del club que quiere volver al club” y “un nostálgico que piensa que los puestos son hereditarios”.
Petro fue más allá y afirmó que “los hijos de Leyva son drogadictos, pero no a la droga, sino al dinero”. Añadió que “nunca le achaqué esa enfermedad a un revolucionario, porque es lo contrario: un revolucionario es un emancipador”.
El presidente reiteró que no consume drogas y que tampoco puede ingerir alcohol, pues tras una intervención médica reciente, le genera problemas estomacales. Afirmó que “a mí me da energía el pueblo”, y que quienes sufren de adicciones “deben ser tratados con psicólogos y psicólogas”.
«El peor drogadicto es el del dinero, porque mata y hace genocidios», sentenció.
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