Intelectuales de diversas nacionalidades firmaron una declaración de apoyo a la paz para Colombia.
En una carta enviada al presidente Juan Manuel Santos los intelectuales señalan que “no puede haber una salida perfecta para situaciones traumáticas de violencia política, que todo acuerdo exige concesiones de parte de cada uno de sus actores; que ningún compromiso puede dar plena satisfacción, a la vez a todas las exigencias de justicia y reparación para las víctimas, de castigo para los victimarios, de develamiento exhaustivo de la verdad para la sociedad en su conjunto”.
El presidente Juan Manuel Santos agradeció a los intelectuales a través de su cuenta en twitter
Proceso de paz en Colombia da esperanza al mundo. 260 intelectuales internacionales dicen SÍ https://t.co/oTjLUG2qW4 pic.twitter.com/HYSqg5Prc0
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 19 de septiembre de 2016
El texto completo es el siguiente:
Declaración Paz para Colombia 2016
Solo decimos: démosle una oportunidad a la paz
Los abajo firmantes, intelectuales, académicos, hombres y mujeres de la cultura de distintos lugares del mundo, distintas disciplinas y distintas orientaciones políticas, queremos expresar nuestro apoyo al actual proceso de paz en Colombia.
Sabemos, a la luz de la experiencia internacional, que no puede haber salida perfecta para situaciones traumáticas de violencia política; que todo acuerdo exige concesiones de parte de cada uno de sus actores; que ningún compromiso puede dar plena satisfacción, a la vez, a todas las exigencias de justicia y reparación para las víctimas, de castigo para los victimarios, de develamiento exhaustivo de la verdad para la sociedad en su conjunto.
Es a la luz de esa misma experiencia que observamos con admiración y esperanza la vocación plasmada en estos acuerdos por hacer frente a estas dificultades; la inteligencia y la sensibilidad en la búsqueda de un equilibrio cuidadoso entre la reparación de las víctimas y la responsabilizarían de los victimarios; y el empeño por garantizar de la manera más contundente el acatamiento de los acuerdos por parte de todos sus actores, en aras de la consolidación definitiva de una forma de convivencia política que excluya para siempre la violencia, y que asegure que, de aquí hacia adelante, los conflictos en Colombia se diriman a través de las instituciones políticas democráticas.