in

Imposible no llorar – Reflexiones del narrador Ramiro Jiménez tras la tragedia del Chapecoense

«Solo espero que el dolor que desgarra el alma de todos los que amamos el fútbol sirva para que los que aún se empeñan en propiciar la violencia, entiendan que al margen del equipo que prefieran, lo más importante en la vida es el ser humano».

COMPARTIR EN:

chapeco-ramiro

Qué par de días tan tristes. Soy quizá de los pocos colombianos que pudo palpar en directo en su estadio lo que su afición sentía por un puñado de valientes jóvenes que se habían convertido en sus embajadores ante el mundo.

Eran ellos, y no otros, los auténticos representantes de una pequeña ciudad de no más de doscientos mil habitantes que miraba con orgullo y sin temor el horizonte, eran ellos la demostración viva de que cuando se quiere se puede, que vale más la valentía del ser humano que los grandes capitales.

Llegué a Chapecó a acompañar a Junior en octubre pasado, les confieso que iba solo y con temor, jamás había escuchado hablar de esa ciudad Brasilera y no sabía a lo que me enfrentaba. Al llegar, oh sorpresa, una linda y organizada ciudad que acogía a cada visitante como si fuera un ciudadano más de esa región.

Inmediatamente me puse en contacto con Fernando Schardong, director de Deportes de Radio Chapecó, me dijo que no me preocupara por nada, que todo estaba dispuesto para mi trabajo y efectivamente así fue. Llegué al Arena Condá y creo que me fue mejor que en muchas transmisiones locales, la generosidad y calidad de su gente me hicieron sentir como uno más de ellos, Una noble señora estuvo atenta a llevarme agua a mi sitio de transmisión para calmar mi sed, al preguntarle si le debía algo?, mostró su disgusto; los taxistas locales me mostraban la ciudad y me daban sus tarjetas para que los llamara y poder transportarme después.

En fin, fue una bella experiencia que pude compartir en directo y con videos con todos ustedes, por eso he sentido en el alma el dolor de los Chapecoenses como si fuera un dolor por un familiar. Los colegas Fernando Schardong y Gelson Galiotto, quienes fueron mi guía en ese pequeño paraíso Brasilero, también murieron en ese trágico vuelo.

Miro con nostalgia una y otra vez los videos que pude lograr en esa ciudad y no puedo entender los extraños acontecimientos de la vida.

Solo espero que el dolor que desgarra el alma de todos los que amamos el fútbol sirva para que los que aún se empeñan en propiciar la violencia entiendan que al margen del equipo que prefieran, lo más importante en la vida es el ser humano, y que nada, absolutamente nada, puede remediar la pérdida de una vida.

Mi voz de solidaridad y fortaleza para un pueblo que sufre la desaparición de quienes se habían convertido en el orgullo de una pequeña y pujante ciudad.

Por: Ramiro Alfonso Jiménez – Narrador deportivo Emisora Atlántico 

COMPARTIR EN:

5 capturados y droga incautada en operativos contra el microtráfico en Puerto Colombia

“Distrito debe continuar trabajando para ampliar la cobertura educativa y atacar la deserción”