La Justicia Especial de Paz (JEP), creada para investigar y juzgar los crímenes cometidos en el conflicto armado colombiano, «debió ser más exigente», afirma Alejandro Eder, quien hizo parte del equipo negociador del Gobierno en los diálogos con las Farc.
«Pienso que lo ideal hubiera sido que los máximos responsables por delitos atroces de las Farc pasaran primero por el sistema de justicia transicional antes de llegar al Congreso de la República, pero las cosas no salieron así», manifestó Eder en una entrevista con Efe.
En virtud del acuerdo definitivo de paz firmado en Bogotá el 24 de noviembre de 2016, las Farc, ahora convertidas en partido político, tienen derecho a cinco escaños en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes durante ocho años, periodo que comenzó el pasado 20 de julio.
Sin embargo, Eder, que fue alto consejero presidencial para la reintegración durante parte del Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), considera que a pesar de las fallas atribuibles a la JEP «lo que hay vale la pena mantenerlo y no echarlo para atrás, para que Colombia avance».
Eder, que también trabajó en 2006 diseñando las políticas nacionales de reintegración durante el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010), asegura además que el presidente colombiano, Iván Duque, «tiene un interés en implementar los acuerdos de la mejor manera posible».
«Tuve la oportunidad de acompañar al nuevo Gobierno durante el proceso de transición en el tema específico de la implementación de los acuerdos y lo que noté es que sí hay una buena voluntad, a pesar de las diferencias o las reservas que tienen sobre lo que se acordó con las Farc en La Habana», señala.