Un total de 14 explosivos han estallado simultáneamente en las últimas 24 horas en seis provincias del centro y sur del país asiático.
Cuatro personas han muerto y otras 35 han resultado heridas, entre esos 10 extranjeros de distintas nacionalidades, aún sin confirmar, los atentados ocurridos entre el jueves y el viernes han generado pánico colectivo en el país.
“Las bombas son un intento de generar caos y confusión”, así lo expresó el primer ministro y jefe de la junta militar, Prayut Chan-ocha, el cual a su vez llamó a la calma y aseguró que hasta el momento las autoridades tenían el control de la situación.
Un portavoz policial declaró a la agencia EFE que “las bombas, detonadas a distancia con un teléfono móvil, son del mismo tipo de las que utilizan los insurgentes en el sur”.
Cabe resaltar que más de 6.500 personas han muerto en el sur de Tailandia desde que el movimiento separatista musulmán reanudó la lucha armada en 2004.
Las autoridades tailandesas descartaron la participación de grupos terroristas internacionales como el Estado Islámico (EI) y a su vez reforzaron la seguridad en las áreas turísticas.
Estados unidos ha emitido un comunicado de alerta a sus ciudadanos residentes en el país asiático o que se encuentre de visita en dicho país, y han advertido “»Ahora mismo, hay un alto riesgo de nuevos atentados. Recordamos que las autoridades tienen capacidad y competencias para establecer medidas de control y seguridad, cortes o controles policiales en las calles, evacuación de edificios, así como otras medidas de excepción».