El gremio de ganaderos del Atlántico reconoce que hay una disminución en los casos de robo de reses, pero a pesar de los operativos de la Policía y el Ejército, siguen presentándose hechos de robo de burros y caballos, los que aparecen “pelados”.
Las bandas de cuatreros sacrifican estos animales, se llevan la piel y dejan los restos tirados en zonas rurales.
Los casos más recientes se presentaron en el fin de semana cuando en Manatí aparecieron dos caballos sacrificados clandestinamente, señalaron habitantes de esa población.
Los animales fueron encontrados en el sector conocido como “Boquitas”, indicó el gerente del Sur del Atlántico, Eduardo Majul.
Eduardo Majul precisó que se debe investigar qué es lo que se hace con la piel de estos animales, al tiempo que pidió a las autoridades adelantar las correspondientes pesquisas para esclarecer estos hechos.