Un total de 36 horas permaneció sin el servicio de energía eléctrica, la sede de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía
Ante este grave problema, los fiscales se vieron obligados a no recepcionar denuncias y los casos urgentes que debían ser atendidos, como capturas en flagrancia, se debieron llevar a cabo en locales comerciales aledaños dedicados a la venta de minutos y servicio de Internet.
Varias diligencias estuvieron paralizadas por más de 12 horas y en algunos casos se corrió el riesgo de que los capturados recuperaran la libertad por no resolverles su situación jurídica.