Un niño de 8 años, identificado como Henry Martínez Cervantes, murió al recibir un disparo de escopeta que le propinó accidentalmente su primo de 9 años.
El hecho ocurrió en la finca ‘El Babillero’, en la vía que comunica a los municipios de Suan y Santa Lucía, cuando los dos menores se encontraban jugando.
El padre del menor que disparó accidentalmente le había pedido al niño que le trajera la escopeta que estaba en el cuarto.
Cuando traía el arma, el pequeño le apuntó a su primo pensando que no tenía balas. La escopeta se accionó y la bala le impactó en el pecho a la altura del corazón.
Rápidamente los familiares llevaron a Henry al Hospital de Calamar, Bolívar, donde llegó sin signos vitales.